Publicación del libro «Pensar en tiempo presente», homenaje al profesor Jesús Ballesteros Llompart

Francisco Javier de Lucas Martín, Ernesto Jaime Vidal Gil, Encarnación Fernández Ruiz-Gálvez y Vicente Bellver Capella, publican en 2018 un libro homenaje al profesor Jesús Ballesteros de la editorial Tirant lo Blanch. A continuación se transcribe las notas del editorial. 

Según la expresión que el profesor Jesús Ballesteros hizo suya hace ya varias décadas, la tarea que da sentido al quehacer del filósofo consiste en «Pensar el tiempo presente». Precisamente porque ese ha sido el leitmotiv de su inquietud investigadora, hemos querido que sea también el título de esta obra, en la que los diversos trabajos se agrupan en siete secciones que se corresponden con los grandes temas que han sido objeto principal de su estudio a lo largo de su carrera: 1) El sentido del Derecho, 2) Derechos humanos, 3) Modernidad y postmodernidad, 4) Ecología política, 5) Bioderecho y bioética, 6) Paz y seguridad humana, y 7) Pobreza y capitalismo financiero.

Coherente siempre con su comprensión del Derecho como no discriminación y no violencia y con el lugar central que ocupan los derechos humanos en su pensamiento, Jesús Ballesteros ha mostrado en todo momento una profunda inquietud y un renovado afán por buscar salidas y respuestas humanistas a los problemas de nuestro tiempo.

Y así, frente a la postmodernidad decadente ha formulado y ha justificado sólidamente la alternativa de una postmodernidad resistente; frente a la destrucción medioambiental que pone en riesgo las condiciones mismas de la vida humana en el planeta, ha argumentado la necesidad de una ecología personalista; frente a los excesos de las tecnologías, tanto en el campo de la biotecnología como de la inteligencia artificial, defiende el valor incondicionado de la humanidad en su fragilidad y vulnerabilidad; frente a las hard threats y a las soft threats que amenazan la seguridad humana por doquier en forma de guerras y de miseria, la necesidad de que tanto la política y los Estados, como la economía y las finanzas, dejen de ser autorreferenciales y estén al servicio de la seguridad humana.

En este volumen numerosos profesores del área de Filosofía del Derecho y también de otras áreas de diversas universidades españolas y extranjeras, profundizan en todas estas cuestiones, como expresión de reconocimiento y gratitud al profesor Ballesteros y de consideración por su pensamiento. De este modo, se ofrece al público una obra dotada de coherencia temática y de gran interés para la comunidad científica por la actualidad de los temas abordados y por el rigor en su tratamiento.

Aceptación del Doctorado honoris causa concedido por la Universidad Panamericana (México)

El 13 de octubre de 2018 la Universidad Panamericana de México nombrá doctor Honoris Causa a Jesús Ballesteros. A continuación se adjunta su intervención.

Ceremonia de Investidura Doctor Honoris Causa 2018

¡Celebramos el honor!#EnVivo Ceremonia de Investidura Doctor Honoris Causa 2018. #HonorisCausaUPIPADEParte 2

Gepostet von Universidad Panamericana am Samstag, 13. Oktober 2018
Ceremonia de Investidura Doctor Honoris Causa 2018

Excmo. Señor Rector

Miembros del Presidium

Claustro académico

Señoras y Señores,

Desde mi convicción de que “todo lo que tenemos lo hemos recibido”( 1 Cor. 4, 7), agradezco profundamente a la Universidad Panamericana su propuesta de nombramiento como Doctor honoris causa y la acepto como un don inmerecido. Este es para mí un importantísimo reconocimiento que me mueve a seguir trabajando mientras Dios conserve mi lucidez en favor de los principios que presiden esta Universidad.

 

Todo agradecimiento debe comenzar por Dios, a quien debemos todo, especialmente el máximo don gratuito, su gracia, y por las personas que más nos han ayudado.  Querría mencionar aquí a mis padres y a Amparo, madre de nuestros siete hijos, cuya abnegación ha permitido que yo dedicara la mayor parte de mi tiempo al estudio.

 

Mi primer contacto con la cultura mexicana lo tuve en 1959, en el curso preparatorio para el acceso a la Universidad, en el que teníamos una asignatura monográfica sobre Cervantes y el Quijote. Esto me llevó a leer con mucho interés el libro del gran hispanista y filósofo del derecho mexicano Agustín Basave Fernández del Valle, titulado Filosofía del Quijote.

 

Preparando mi oposición a cátedra en los años 80 me sentí fascinado por los escritos de Octavio Paz y reproduje en mi libro sobre la Postmodernidad su reconocimiento del carácter liberador del cristianismo contra las injusticias sociales. Estas son sus palabras: “Los que mejor han resistido al imperialismo han sido la gente humilde que hace peregrinaciones al Santuario de la Virgen de Guadalupe”.

 

En 1998, hace ahora veinte años, tuve la inmensa dicha de que el Licenciado Hugo Ramírez quisiera hacer su tesis bajo mi dirección. Hemos llegado a ser amigos entrañables. A él, así como al Prof. Vicente Bellver, les debo también sendos workshops en los Congresos mundiales de Filosofía del Derecho de Washington y de Lisboa sobre mi pensamiento así como una tesis doctoral de Alejandro Salcedo sobre el mismo tema.

De la Universidad Panamericana, en su sede de Mixcoac, guardo un recuerdo inolvidable del curso de doctorado que impartí en verano de 1999, sobre Antropología filosófica y derechos humanos, debido al alto nivel de los participantes, así como a su  gran interés y capacidad de dialogo.

El deber de agradecer tan alta distinción me ayuda a comprender como uno de los más grandes problemas de nuestro tiempo, si no el mayor, es el rechazo del agradecimiento ante lo real, que debe manifestarse como defensa de la pluralidad y diversidadº, tanto biológica como cultural. El agradecimiento es de hecho la respuesta correcta para afrontar el reto ecológico, dando gracias por lo creado y restituyendo lo recibido. Por ello el texto más importante para afrontar hoy este reto lleva el nombre de una alabanza a Dios, Laudato si del Papa Francisco. El respeto de la diversidad cultural debe llevar al dialogo intercultural, sin caer en el etnocentrismo, ni en el relativismo cultural.

El rechazo del agradecimiento  es consecuencia de la persistencia del individualismo, que impone la ley del deseo, el primado del principio del placer, y la  prioridad del consentimiento, olvidando lo recibido, lo dado, lo natural. Con el desprecio de la creación viene también la oposición a la procreación natural, considerada un residuo premoderno, que debe ser sustituido por la reproducción artificial, con el consiguiente control de calidad, que elimina a los defectuosos. Se niega así el agradecimiento ante la nueva vida humana que surge como cigoto, y el derecho de todo niño a un padre, que sea un varón y a una madre, que sea una mujer, mientras se establece el falaz derecho a tener hijos aunque ello implique matar a sus hermanos, y condenar al nuevo hijo o hija a una existencia sin modelos para su madurez.

A la persistencia del individualismo se une el retorno de la gnosis con su  errónea visión de la creación, como algo malo construido por un demiurgo. Con la gnosis se trata de erradicar las diferencias ontológicas, en primer lugar entre la mujer y el varón, con la suplantación del sexo por el género y posteriormente entre el ser humano y la memoria artificial, con el transhumanismo.

La vergüenza prometeica, el absurdo malestar por haber sido engendrado va  acompañada por la no menos absurda  envidia  de la perfección de la máquina. Este complejo de inferioridad del ser humano ante la máquina se inicia con el futurismo y desde la invención de la cibernética a finales de los años 40 del pasado siglo, se manifiesta como complejo de inferioridad ante la memoria artificial. Se comienza por sentir envidia del ordenador, debido a la mayor velocidad y exactitud de su capacidad de procedimiento de la información;  se afirma por uno de los más influyentes defensores del tardomodernismo, Francois  Lyotard,  que “la naturaleza son hoy las bases de datos” y se acaba reduciendo la humanidad a simple información genética y o electrónica de tal modo  que todo lo humano se vuelve susceptible de manipulación y pretendida mejora por medio de las tecnologías GNR: genética, nanotecnología y robótica.

Este dataísmo ignora la pluralidad de lo real y con ella la esencial distinción entre los grados de comprensión de la realidad, que van de modo descendente de la sabiduría a la información pasando por el conocimiento. Como recordaba con carácter premonitorio el poeta T.S.  Eliot, en su poema  Coros de la roca, “¿Dónde está la sabiduría, que se perdió en conocimiento?. ¿Dónde está el conocimiento que se perdió en información?”.  El saber humano es más que conocimiento, porque aporta el sentido.

Pero junto al agradecimiento es igualmente indispensable para buscar la justicia, tarea fundamental de la filosofía del derecho, la actitud de resistencia ante la inhumanidad.

Ello requiere una vergüenza completamente contrapuesta a la prometeica. Exige seguir el consejo que daba a San Josemaría su madre, cuando de pequeño no quería atender a las visitas que consideraba molestas: “Vergüenza solo para pecar”. Esta misma vergüenza es la que reclamaba el Papa Francisco, ante la muerte de 350 emigrantes en un naufragio, en la isla de Lampedusa, en Octubre de 2013.

Podríamos decir que mientras la errónea vergüenza prometeica produce con el rechazo  de la creación, la negación de las diferencias ontológicas, la falta de conciencia de pecado, unida a la idolatría del dinero y de la técnica, incrementa las desigualdades en el acceso a condiciones de vida dignas. Creo que ésta debe ser la tarea fundamental del derecho en el presente y en el futuro: defender las diferencias y corregir las desigualdades o lo que es lo mismo luchar contra la ingeniería social y contra la ingeniería financiera.

Esta misión del derecho en el futuro requiere hoy tener muy clara la diferencia entre la economía de mercado y la sociedad de mercado, a la que acaba de aludir el prof. Hugo Ramírez. La economía de mercado responde al orden de la creación, ya que en ella el dinero sirve, mientras que la sociedad de mercado es su perversión ya que en ella el dinero manda.  Por ello tanto la economía cívica, cuyo origen se remonta al siglo XV en Siena con san Bernardino, como el ordoliberalismo alemán de los años 40 del pasado siglo, destacaron con razón que es condición indispensable, para que haya una verdadera economía de mercado, la existencia de una sociedad no mercantilizada, basada en la lealtad, el trabajo, la competencia, la subsidiariedad y la solidaridad.

 

La economía de mercado exige la igual responsabilidad de los agentes económicos mientras que la sociedad de mercado impone la irresponsabilidad de los poderosos, de acuerdo con el principio demasiado grande para caer. De ahí la insistencia del texto de la Comisión para la doctrina de la fe y el Dicasterio para el desarrollo humano sostenible, publicado en mayo de este año, en la regulación de los mercados financieros. “Es evidente que ese potente propulsor de la economía que son los mercados financieros es incapaz de regularse por sí mismo: de hecho no son capaces de generar los fundamentos que les permitan funcionar regularmente (cohesión social, honestidad, confianza, seguridad, leyes) ni de corregir los efectos externos negativos (disoecononomy) para la sociedad humana (desigualdades, asimetrías, degradación ambiental, inseguridad social, fraude..)”. Esta exigencia de regulación se refiere sobre todo a los mercados  offshore  y tiene  mucho que ver también con la necesidad de poner al hombre al timón de las finanzas, y con él la razón práctica,  dado que hoy la robótica es la encargada de un porcentaje alto y creciente  de las operaciones financieras, que se producen automáticamente en millonésimas de segundo (high-frecuency trading)  y que incrementan los riesgos exponencialmente.

 

La regulación de los mercados financieros llevaría a evitar la frecuencia de las crisis, como ocurrió ya en entre 1945 y 1971 el llamado periodo de los “treinta gloriosos de la economía de mercado”, en los que las finanzas estaban controladas por el derecho.

 

 La desigualdad actual es especialmente grave en el ámbito de la salud. Se producen al año muchos miles de muertes evitables, debidas al aborto, a la falta de agua potable, de nutrientes básicos, de fármacos, mientras se invierten grandes sumas de dinero en el intento de superar la muerte como tal, ontológicamente considerada, mediante la copia de la información cerebral en el disco duro de un ordenador, lo que sería risible, si no fuera cierto.

   

De la desigualdad en el acceso a los bienes son responsables los arbitrarios Planes de Ajuste Estructural que se impusieron a América latina en los años 80 del pasado siglo  y actualmente a los países del Sur de Europa.  Estos planes obedecen a la lógica de la primacía de los derechos crematísticos de los acreedores sobre los derechos humanos de los deudores. Se recortan los derechos sociales, especialmente la educación y la sanidad, para no sobrepasar el déficit fiscal anual, mientras que sería mucho más lógico remediar antes o simultáneamente el superávit, ya que como advertía Fritz Schumacher en su propuesta de Compensación multilateral  en 1943:  “Puesto que en general es más fácil gastar más que ganar más, todo sistema nuevo de comercio internacional debiera idearse de tal manera que las fuerzas inherentes a él induzcan a los países con superavit a gastar sus excedentes y no a los deficitarios a hacer un intento (probablemente inútil) de equilibrar sus cuentas forzando su mercancía sobre un mundo que no la quiera comprar, o restringiendo sus compras”.

 

La extensión de la robótica en el ámbito de la producción está generalizando el desempleo. Keynes había anunciado que el progreso tecnológico conduciría a la sociedad del ocio, y lo que ha surgido en cambio ha sido la sociedad del paro. Pero creo que Keynes no se equivocaba. Lo que hace falta para transformar la sociedad del paro en la sociedad del ocio es cobrar conciencia de que el beneficio creado por la tecnología se produce por el esfuerzo de la sociedad en su conjunto y por tanto debe extenderse a todos, y no solo destinarse a incrementar el lucro del accionista.

En la sociedad actual parece estar avanzando simultánea y desgraciadamente la gnosis, que niega las diferencias ontológicas entre mujer y varón, y entre ser humano y memoria artificial, así como las desigualdades en las condiciones de vida de las personas.

Ante ello conviene destacar el distinto significado que el concepto de calidad de vida tiene en la bioética y en la economía. En la primera resulta negativo, ya que se opone al principio de la santidad de la vida y tiende a descartar a los considerados defectuosos; por el contrario, el concepto resulta muy positivo en el ámbito económico en cuanto se opone al de crecimiento indefinido y sirve para comprender que no hay verdadero desarrollo sin promoción integral de todas las personas, condenando precisamente el que algunas sean descartadas.  Hay absolutos morales tanto en la bioética como en la economía, que es necesario defender luchando simultáneamente contra la ingeniería social y la ingeniería financiera.

De ahí la urgencia de unir agradecimiento ante lo dado natural y lucha contra la injusticia construida.  El agradecimiento sin lucha por la justicia es actitud complaciente e inmovilista. La lucha contra la injusticia sin agradecimiento puede degenerar en resentimiento y en odio.

La apertura y el agradecimiento a Dios junto al cuidado del ser humano y la naturaleza hará posible recuperar un futuro más acorde con el orden de la Creación y por tanto más libre. Ubi spiritus libertas.

Seminario sobre la Paz

El pasado abril de 2016 D. Jesús Ballesteros Llompart impartió un seminario sobre la paz para la Universidad Libre Internacional de las Américas. Se trata de cuatro vídeos con los siguientes títulos:

  • Una economía que mata
  • Terrorismo
  • El miedo a la desidencia
  • Entrevista

Para ver los vídeos, puedes usar los siguientes password: sempaz_2020

Tema 1. Una economía que mata

Ballesteros Economia from LDVM – ECC-Ulia-C.Voices on Vimeo.

Tema 2. Terrorismo

Ballesteros Terrorismo from LDVM – ECC-Ulia-C.Voices on Vimeo.
Tema 3. El miedo a la desidencia

Ballesteros Disidencia from LDVM – ECC-Ulia-C.Voices on Vimeo.

Tema 4. Entrevista

Ballesteros Entrevista from LDVM – ECC-Ulia-C.Voices on Vimeo.

Nuevo libro «El futuro de los derechos humanos»

Recientemente se ha publicado en la Editorial Tirant lo Blanch el libro El futuro de los derechos humanos coordinado por Encarnación Fernández y Ana Paz Garibo, en el que se recoge el artículo “Estado social contra Escuela Neoclásica” de Jesús Ballesteros.

Los derechos humanos son una realidad dinámica que evoluciona con el devenir histórico, y lo hacen especialmente en atención a los desafíos que en cada contexto se presentan como amenazas o riesgos para la dignidad humana. En la actual coyuntura global algunos de los principales retos para la efectividad de los derechos proceden, de un lado de las consecuencias de la crisis económica y de las medidas adoptadas para hacerle frente que han traído consigo un incremento de la pobreza, de las desigualdades y de la exclusión social y, de otro lado, de la ambivalencia del desarrollo tecnológico que puede contribuir a mejorar las condiciones de vida de las personas pero que también comporta riesgos para las libertades e incluso para la sostenibilidad de la vida humana en el planeta, así como el riesgo de desprotección de los más débiles. El volumen consta de dos partes tituladas respectivamente «Crisis, pobreza y Estado social» y «Derechos humanos y nuevas tecnologías». En el mismo participan investigadores agrupados en torno al Proyecto PROMETEO para Grupos de Investigación de Excelencia sobre «El Papel del Derecho en la lucha contra la pobreza y la exclusión social», junto con profesionales de diversas áreas relaciónadas con los derechos humanos y su puesta en práctica.